SOBRE EL ROL ESENCIAL DE LAS MUJERES EN LA JUSTICIA CLIMATICA
El cambio climático es un fenómeno que afecta a toda la humanidad de una manera catastrófica. Este mundo no puede soportar más extractivismo y excesos de nuestro estilo de vida. Y también es un escenario de crisis que afecta de manera diferenciada a los países del sur global y ciertas comunidades, agudizando la situación de desigualdad social y vulneración de los Derechos Humanos.
Dentro de todo este panorama catastrófico hay una parte de la humanidad que sufre de manera diferenciada las consecuencias del cambio climático, las Mujeres. Según ONU Mujeres, las mujeres tenemos 14 veces más probabilidades de morir a causa de un desastre climático. Las mujeres son las cuidadoras de ancianos y niños por lo que no es posible para ellas escapar rápidamente, muchas veces no se les enseña a nadar, o simplemente no pueden acceder a sistemas de alerta. Las vulneraciones a los Derechos Humanos de las mujeres por causa de los proyectos extractivos agudizan la precariedad económica e incrementan la violencia sexual, que son el resultado de la jerarquización de valores patriarcales sobre la vida y particularmente el cuerpo de las mujeres.
Por esto hablar de justicia climática es hablar de justicia de género, de justicia social y de Paz. La discriminación histórica y estructural que han vivido las mujeres las hecho víctimas, pero también muestra su rol como agentes transformadoras. Las mujeres son fundamentales en la defensa de los territorios y los derechos humanos. No existe una lucha de las mujeres que no sea por los derechos colectivos, por la vida misma. No podemos tener dudas que la lucha de las mujeres por el poder de decisión sobre sus cuerpos es también la lucha por el derecho de las comunidades a vivir libres y en paz.
Esto lo conocemos muy bien en la Organización de donde yo vengo. La Organización Femenina Popular es una organización social de base, nacida hace cincuenta (50) años en el municipio de Barrancabermeja (Santander), defensora de los Derechos Humanos, con presencia en la región nororiental de Colombia a través de 3000 integrantes en ocho (8) sedes y 13 territorios de la región natural del Magdalena Medio.
La región del Magdalena Medio (Ver mapa) es una zona que se conforma naturalmente en la cuenca central del río Magdalena, el cual es el río más importante de Colombia que la atraviesa casi en su totalidad, de sur a norte. Este territorio que posee grandes riquezas naturales y de biodiversidad, ha sido profundamente atravesado por el extractivismo con 100 años de explotación petrolera convencional. Este panorama se combina con el conflicto armado que pone a la comunidad en el centro, particularmente a las mujeres, además de destruir el medio ambiente.
Pero también en este lugar de Colombia las mujeres siempre hemos tenido una apuesta por la vida. Una sido ruta para generar un proceso de defensa del territorio y el medio ambiente, desde los principios de la civilidad y la autonomía como postura ética feminista. Así hemos defendido la vida en el territorio que habitamos, y hemos sufrido, caminado y sembrado nuestra visión integral de la vida y la relación con nuestros territorios. Queremos permanecer libremente allí, por eso generamos propuestas para proteger y cuidar la vida y el territorio. ¡Queremos una Paz completa!
Esta es la experiencia de la OFP. Y como la nuestra, hay cientos de historias similares por toda Latinoamérica y el sur global. Mujeres trabajando por la justicia climática. Visibilizar y hacer conocer sus ideas y alternativas para la adaptación climática es primordial. No son solo sus proyectos sino sus formas de concebir la vida y la relación con el ambiente. Levantemos de manera conjunta nuestra voz. Es lo que más valioso en un espacio de diálogo global como la COP 27.
Por: Kelly Johanna Campo Becerra Coord. Programa Socioambiental Organización Femenina Popular Colombia
